Construyendo un mejor transporte público para Santiago: todas y todos contamos
24-oct-2016
Hortensia Pizarro es una de las 360 conductoras de bus del sistema de transporte público de Santiago. Foto: SUBUS.
Proporcionar acceso a sistemas de transporte sostenibles, seguros y accesibles para todos es una de las metas del Objetivo de Desarrollo Sostenible número 11, orientado a convertir nuestras ciudades en lugares donde se viva mejor y se genere un menor impacto ambiental. Precisamente a ello contribuirá el proyecto que vincula al Directorio del Transporte Público Metropolitano (DTPM) y al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), cuyo objetivo es optimizar el funcionamiento del sistema de transporte público de Santiago ─el Transantiago─ aprovechando la reformulación de las bases de licitación de los servicios que ofrece, prevista para 2018.
A diario, cerca del 41% de la población de la capital de Chile se desplaza en bus o metro, lo que equivale a 2,5 millones de personas. El transporte público forma parte del día a día de todas ellas y, por lo tanto, su punto de vista es esencial para rediseñarlo. Por este motivo el proyecto Apoyo para implementación y mejoramiento del nuevo sistema de Transporte Público de Santiago está desarrollando actualmente un proceso de consulta ciudadana que pretende recoger las opiniones, experiencias y expectativas de todos sus usuarias y usuarios.
Por su relación con ellas y ellos y con el resto de personas que circulan por la vía pública, uno de los colectivos que tiene un rol particularmente relevante en el rediseño del Transantiago es el del personal encargado de conducir los buses, compuesto por cerca de 18.000 personas. Hortensia Pizarro es una de ellas, y su actividad profesional le permite tener claridad sobre lo que la ciudadanía espera: “La gente quiere que el transporte le permita llegar a donde quiere llegar, hacerlo de un modo expedito y en buenas condiciones”, opina.
Hortensia cree que a ello debiera orientarse el rediseño del Transantiago: “La situación en la ciudad cambiaría mucho si simplemente hubiese vías realmente exclusivas para los buses, porque sería más fácil circular para todas las personas y para todo tipo de vehículos. La capacidad de los buses también es algo importante: con los pequeños, muchas veces debo dejar gente fuera porque no hay espacio suficiente; en cambio, con los buses grandes, una puede dar cabida a más personas y no queda gente sin poder subir.” Para ella, eso es de gran relevancia, porque “las personas son quienes utilizan el sistema y lo más importante es que estén satisfechas”, añade.
Sólo un 2% de quienes conducen buses del Transantiago son mujeres. Como en otros ámbitos donde la presencia femenina no suele ser habitual, Hortensia encontró ciertas barreras: “Al inicio costó entrar: los compañeros veían raro que una mujer fuera a trabajar con ellos. Quienes manejan autos particulares, taxis o colectivos suelen ser más agresivos conmigo. Incluso, en una ocasión, una mujer rechazó subir al bus por no querer que una mujer condujera”, expresa.
Sin embargo, el proceso de redefinición técnica del Transantiago está coincidiendo, según Hortensia, con avances progresivos a nivel cultural y social que, alineados con el Objetivo de Desarrollo Sostenible 5, conducen hacia la eliminación de cualquier forma de discriminación hacia la mujer. “He notado cambios en estos dos años, también apoyados por la coordinación: los compañeros se han acostumbrado; nos saludamos y conversamos con total normalidad”, expresa. “Con los pasajeros no hay ningún tipo de problema: me felicitan, me agradecen. Una se va muy satisfecha la casa cuando hasta la última persona a quien da el servicio en el día le da las gracias.” No en vano, Hortensia fue distinguida en 2015 como una de las cinco mejores conductoras del sistema: “Nunca me lo esperé. Que me premiaran por hacer bien mi trabajo me ayudó mucho y me subió la autoestima”, afirma.
Del mismo modo que Hortensia, cerca de 10.000 personas han tomado la voz hasta el momento en las tres instancias de participación que el DTPM y el PNUD están promoviendo: los 22 diálogos ciudadanos realizados en comunas donde opera el Transantiago, la encuesta en línea habilitada para tal efecto y el Bus Centro itinerante que ofrece información sobre el proceso en diferentes localizaciones. Está previsto que, cuando la consulta termine ─en las próximas semanas─, sus conclusiones sean incorporadas a la etapa de elaboración de las bases que permitirán licitar los servicios ofrecidos por el sistema a partir de 2018.
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